En el encuentro presentamos el trabajo que se viene realizando desde la Asamblea para comprender la realidad quienes viven en situación de mayor vulnerabilidad habitacional y la necesidad de buscar alternativas con las afectadas para que las propuestas que se hagan, en lo que a exclusión habitacional se refiere, sean realmente eficientes y duraderas a largo plazo.
Así explicaba una afectada la situación que viven muchas familias:
“Sin ingresos, te tienes que meter en un piso o hacerte una chabola y no tienes empadronamiento y con ello no tienen acceso a otros muchos derechos…. Si llega el desahucio, otra vez a la calle y a volver a empezar….Hasta ahora no ha habido respuestas, las puertas están cerradas y te vas con el mismo problema y con mucha más angustia”.
Desde la EMVS se puso de manifiesto que se están buscando soluciones para ofrecer alquileres sociales a las familias que viven en estas situaciones y lamentaron que en la gestión anterior se vendieran en torno a 6.000 viviendas que podrían haber sido un balón de oxígeno para responder a estas necesidades. En lo que a las familias que viven en barrios infradotados y con viviendas precarias, hablamos de que:
“En Madrid ha habido una gran cantidad de núcleos chabolistas que se han desmantelado, y siempre se han realizado por intereses urbanísticos…. Daba igual como y donde iban las familias… Y si no había interés urbanístico ahí se podían pudrir… Los intereses urbanísticos ha marcado el rumbo y la EMVS ha ido de furgón de cola… La administración ha sido responsable porque ha cerrado los ojos… A estos núcleos se les han negado servicios para que se cansen… Pero esa política va a cambiar…No se va a tirar ni una sola casa,… vamos a dotarles de servicios y a trabajar con las familias… hemos empezado a sacar toneladas de basura de asentamientos como el del Gallinero”.
La EMVS, a petición de la Asamblea de Vivienda Digna para Todas las Persona, se compromete a estudiar la posibilidad de firmar nuestros 5 Compromisos:
- Hacer las políticas con las personas afectadas.
- Reconocer que la vivienda es imprescindible para el acceso a otros derechos.
- Desarrollar alternativas de vivienda adaptadas a las necesidades, ingresos y diferentes modelos de vida y comunidad.
- Eliminar las barreras que impiden el acceso a una vivienda digna para las personas vulnerables.
- Apoyar y no penalizar las alternativas que encuentra la gente mientras la administración no garantice el derecho a la vivienda.
- Establecer mesas de participación efectiva con las afectadas y los colectivos que las apoyan.
- Realizar un diagnóstico participativo de las necesidades de viviendas y de las posibles alternativas.
- Y no desalojar si no hay una alternativa de vivienda digna y duradera.
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